Dios Padre: Es para salvar a las almas inocentes, infectadas por los mentirosos, que castigo a los malvados

Mi queridísima hija, el Conocimiento Divino sólo es captado por unos pocos de Mis hijos e, incluso entonces, sólo hay tanto que les permito saber.

Comprender Mi Santa Palabra es difícil para muchos y, sin embargo, es muy sencillo.

Amo a Mis hijos, pero me fueron arrebatados cuando Adán y Eva perdieron su derecho a Mi Reino Divino. Tentados por una serpiente celosa -a la que se le concedieron todos los honores y favores- Mis hijos dieron la espalda a un Reino Glorioso en la tierra.

Dieron la espalda a la vida eterna y por ello todos sus hijos, generación tras generación, sufrieron.

Mi Hijo fue entonces enviado para salvar a Mis hijos del Infierno eterno liberándolos del Pecado. Ahora Él vendrá a infundir en la tierra el Paraíso original, que estaba destinado a ser.

Hija mía, ahora se están haciendo los preparativos para que comience la batalla por las almas.

Di a Mis hijos que les concedo gracias especiales.

Estas gracias les darán un poder extra cuando recen para mitigar los castigos. A través de las oraciones y peticiones de Mis hijos, pueden, no sólo salvar las almas de los paganos que Me ofenden, sino que pueden detener Mi Mano, que caerá para detener a los que hablan en nombre de la bestia.

Yo castigo a Mis hijos de corazón miserable. Hago esto, no sólo para castigar a aquellos que causan un terrible mal, sino, para impedir que roben almas a través de sus mentiras.

Es para salvar a las almas inocentes, infectadas por los mentirosos, que castigo a los malvados.

Mis hijos deben ser fuertes por el bien de todos.

La oración será el arma que matará a la bestia. No será a través de la guerra, a través del poder de aquellos elegidos en altos puestos o aquellos que dirigen Mis iglesias en la tierra, que la infestación se detendrá. Será a través de la fe de aquellos que son leales a Mi, Dios el Altísimo, y aquellos que aceptan a Mi Hijo Jesucristo, como Salvador, que el mundo será salvado.

Vosotros, Mis hijos fieles, seréis la clave para la salvación de todos Mis hijos. Vuestras oraciones serán escuchadas. Vuestras peticiones para salvar a los pecadores serán contestadas.

Os amo. Te agradezco el amor que muestras a Mi Hijo y te bendigo.

Tu Padre amoroso

Dios Altísimo